QUITAR EL PAÑAL EN VERANO
Muchas familias entre los dos-tres años de edad de sus hijos, o ante de la entrada en Educación Infantil se plantean retirarles el pañal. De todo el año, el verano parece el momento más favorable para dicho aprendizaje, ya que permite llevar poca ropa, no hace frío, y los padres disponen de más tiempo y están más tranquilos al coincidir con las vacaciones. Además al comenzar en el colegio deben saber ir al baño, para que las profesoras no tengan que limpiarlos y cambiarlos. Todas estas razones que parecen muy evidentes no están relacionadas con el desarrollo del niño, sino con las necesidades de la familia y la escuela. Esta distancia con la realidad del niño hace que en ocasiones este proceso falle o sea muy largo, con excesivo sufrimiento para el niño y su familia. Lo cierto es que el control de esfínteres requiere de un proceso madurativo, igual que andar, comer o hablar. No todos los niños lo hacen en el mismo momento y de la misma manera, pero la entrada en el sistema educativo hace que nos olvidemos de esto y tendamos a homogenizar.
Cuál es el proceso para conseguir el control de esfínteres?
Como tal proceso este se inicia sobre los 18 meses. En esta edad el niño ya empieza a ser consciente de que hace pis y caca. De hecho en muchas culturas que no se utilizan pañales los niños controlan sus esfínteres a muy temprana edad. A partir de aquí una correcta estimulación del niño ayudará en este camino. Es necesario normalizar y naturalizar este hecho, y saber que, como otros aspectos del desarrollo, necesita de unas condiciones determinadas del pequeño. El niño desde siempre ha de ver a sus padres y hermanos yendo al W.C., bajándose los pantalones o las braguitas haciendo pis, tirando de la cisterna y vistiéndose de nuevo. Este acto ha de ser algo cotidiano al que se irá acercando poco a poco, y querrá imitar. Incluso podemos invitarle a sentarse en el baño, o en una vacenilla, del mismo modo que le damos cubiertos y platos de juguete para imitar la acción de comer y cortar. Así entenderá que este acto cotidiano lo realizan las personas y es por eso que no necesitan pañal. La edad en la que se debe controlar los esfínteres, suele rondar entre los 24-36 meses. Es necesario, por tanto estar receptivo a las señales que nos van dando y ser pacientes, no dejándonos influir por el entorno. Poco a poco hemos de ir mostrándole las novedades que traerá consigo esa nueva situación, como por ejemplo llevar ropa interior como sus hermanos, como mamá o como papá. Debemos invitarlo a ir al baño en aquellos momentos que se corresponden con sus ciclos biológicos. Normalmente los pequeños hacen caca después de comer y pis cada dos horas después de haber bebido en una comida. Estos primeros pasos llevarán al niño a ser autónomo, a saber pedir para ir al baño y a manejar su ropa. Iremos planteándole retos que pueda ir superando. El control de esfínteres es una de las primeras decisiones que toma el niño, él decide si hace pis o no, si lo hace en el pañal o en el baño, si lo comunica o si lo hace en silencio. Es por ello que lleva consigo una importante carga emocional y esta es necesario neutralizarla
Qué no debemos hacer
No es recomendable iniciarlo en el control de esfínteres sin una fase previa de acercamiento y motivación. Además una vez que se inicie el proceso, cada vez que el niño utilice el baño no se debe recompensar ni dar grandes elogios, recordemos que es algo natural. Tampoco debemos criticarlo cuando se le escape, pues esto le hará pensar que es rechazado cada vez que esto sucede, y si es así es precisamente porque no fue capaz de controlarlo no porque sea una persona poco higiénica. Debemos animarlo y explicarle que deberá hacer la próxima vez para evitarlo. No debemos estar incansablemente preguntándole si quiere ir al baño, tocándole la ropa, sentándolo en el inodoro sin ganas durante mucho tiempo, debemos ser más sutiles, más observadores. Por último tener paciencia y saber que si queremos retirar muy pronto el pañal y el niño no es capaz no pasa nada por volver a ponérselo y esperar unos meses.
Dolores Armas Vázquez, Psicopedagoga
Colaboración dominical especial de la Asociación de Pedagogía de Galicia “APEGA” con Carriola de Marín