LAS EMOCIONES
Las emociones se pueden entender como reacciones de los seres humanos ante distintas situaciones. Estas provocan diferentes cambios en el organismo y preparan a los sujetos para actuar. La primera función de las emociones es proteger a la persona en el contexto que se desarrolla y facilitar la comunicación con su grupo social. La expresión de las emociones depende en gran medida de la edad, de la cultura, del sexo y también de factores personales relacionados con las propias experiencias. Se suelen expresar con mayor facilidad en los grupos en los que existe un alto grado de interdependencia entre sus miembros, como puede ser la familia.
Las primeras expresiones de la emoción
El bebé, al nacer, dispone de una serie de emociones que no están todavía ajustadas al entorno social, todavía no han sido educadas ni condicionadas. Son respuestas emocionales instintivas que se expresan ante los estímulos del entorno. La primera función de estas es informativa; el recién nacido transmite a su cuidador sus necesidades y este ofrece una respuesta de un modo particular y en un tiempo determinado. Las primeras expresiones emocionales del bebé son el llanto, el balbuceo y las sonrisas reflejas, y las utiliza para expresar diferentes estados. Pueden indicar hambre, sueño, frío, inquietud, malestar, dolor, deseo de atención, resistencia a la separación, bienestar o proximidad. Una vez que el niño emite un estímulo emocional cuanto más ajustada y más rápida sea la respuesta por parte del cuidador, cuanta mayor accesibilidad e interacción perciba, mayor será la seguridad con la que irá creciendo; ya que estas primeras percepciones y respuestas le proporcionarán la medida en la que se sienta aceptado y protegido e irán condicionando sus emociones dominantes.
Emoción y comunicación
A medida que el bebé emite estímulos al entorno inicia un proceso comunicativo con otras personas que pueden generarle bienestar o malestar. Esto dependerá del modo en que el cuidador identifique e interprete las señales del pequeño. Cuanto más acertadas sean las suposiciones menos amenazas sentirá y por tanto menos conflictos. Una madre que al acudir al llanto del hijo no consigue calmarlo es posible que desencadene emociones que le produzcan estrés e incomodidad rompiendo el vínculo seguro. En la medida que el bebé no consiga la respuesta adecuada a su demanda irá aumentando de un modo más intenso su emoción. Si por el contrario su necesidad se ve satisfecha, la emoción disminuye y se recupera un estado de calma y estabilidad.
Desarrollo emocional
Es necesario saber que la expresión de la emoción depende de dos elementos fundamentales. Uno la sensibilidad y rapidez para percibir los estímulos tanto externos como internos, y el otro los mecanismos de regulación que se ponen en marcha para adecuar la respuesta emocional al contexto y al estímulo. Estos dos elementos se van modificando a lo largo de la vida gracias al aprendizaje; y los cambios se van produciendo en la medida que los padres y educadores son capaces de identificarlos, analizarlos y atribuirles el significado adecuado en cada momento. Para ello es necesario recordar que existen unos rasgos característicos de las emociones que se manifiestan en los primeros años de vida y que sufren variaciones con la maduración y el desarrollo. En el principio de la niñez la expresión suelen ser muy acentuada y explosiva, aparece frecuentemente y se manifiesta normalmente de un modo indirecto, mediante el llanto, la inquietud, las dificultades para hablar o la excitación. Suele ser circunstancial, pasajera y alternante, pueden pasar de estar furiosos a reír con facilidad. La manera en cómo se van manifestando se va considerando como rasgo diferenciador de las personas. Por ello es muy necesario entender que de la misma manera que enseñamos a los niños a caminar, a comer, a hablar, a jugar… también debemos enseñarle a regular sus emociones, y adecuar sus respuestas a las distintas situaciones, pues será la base de sus relaciones con el entorno familiar, social y escolar.
Dolores Armas Vázquez, Psicopedagoga
Colaboración dominical especial de la Asociación de Pedagogía de Galicia “APEGA” con Carriola de Marín