El comedor escolar: mucho más que un plato de comida
El comedor escolar es mucho más que un lugar para alimentarse: representa un espacio fundamental para el desarrollo educativo, emocional y social de la infancia. Así lo destaca el informe “Comer en el cole: alimentación, educación y equidad”, elaborado por la ONG Educo junto al Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, que subraya la necesidad urgente de transformar este servicio.
Aunque el 94,5 % del alumnado reconoce beneficios como la conciliación familiar (47,6 %) y la socialización (38,8 %), la valoración general del comedor apenas alcanza un 3 sobre 5. Existe además una paradoja evidente: el 83,6 % considera que la comida es saludable y el 83,5 % que es variada, pero solo el 34 % la califica como buena o muy buena. En contraste, el 27 % la considera mala o muy mala, y el 39 % la ve como aceptable. Las principales críticas se centran en el sabor monótono (35,7 %), la temperatura inadecuada (32,2 %) y las raciones insuficientes (26,6 %), especialmente entre adolescentes en pleno crecimiento. Además, muchos estudiantes prefieren que la comida se prepare en el propio centro en lugar de recibirla mediante catering.
Para el 90,5 % del alumnado, el comedor es también un espacio para compartir con amigos y disfrutar del juego. Sin embargo, algunos centros imponen restricciones como no permitir salir al patio si no se come lo suficiente o con rapidez, aunque solo el 4 % afirma que esto ocurre en su comedor.
Los monitores desempeñan un papel crucial en la experiencia del comedor. El alumnado valora su labor, pero demanda más acompañamiento y trato respetuoso. Las cualidades más apreciadas son la paciencia (51 %), hablar con calma y sin gritos (43 %), la simpatía (33 %) y el respeto (32 %). También se destaca su función para motivar a comer (32 %) y resolver conflictos (29 %).
Una demanda clave del informe es que se escuche la voz de los niños y jóvenes, algo que el 94,7 % considera esencial. Educo propone fomentar la participación infantil en el diseño del comedor como una vía para construir ciudadanía desde la escuela.
El informe plantea varias medidas para mejorar el comedor escolar: integrarlo en el proyecto educativo, formar a docentes, equipos directivos y personal de comedor, establecer un calendario de inversiones para lograr la gratuidad universal —priorizando al alumnado en riesgo de pobreza o exclusión—, y reforzar la figura del Coordinador/a de Bienestar y Protección con funciones específicas en el comedor. También se propone establecer indicadores para evaluar el cumplimiento del Real Decreto 315/2025 sobre alimentación saludable y sostenible.
En conclusión, el comedor escolar debe dejar de ser un servicio complementario para convertirse en un espacio educativo esencial. En una sociedad marcada por la rapidez y el consumo de comida procesada, es vital apostar por una alimentación de calidad. Como señala Educo, “un comedor de calidad no es un gasto, es una inversión en educación, bienestar e igualdad de oportunidades”. Mejorar la alimentación escolar implica educar en hábitos saludables, garantizar el bienestar del alumnado y fortalecer la confianza de las familias, con menús equilibrados, adaptados a cada edad y supervisados profesionalmente.

José Manuel Suarez Sandomingo
Presidente de la Asociación Profesional de Pedagogos e Psicopedagogos de Galicia


