José María de Moya, director de MAGISTERIO: “La IA no comprende lo que dice”
El uso de la inteligencia artificial generativa (IAG) se ha extrapolado a todos los ámbitos. Su cotidianeidad ha conducido a replantear un nuevo paradigma laboral y educativo en empresas e instituciones. No obstante, los límites que puede llegar a alcanzar aún son ambiguos, por lo que contar con la voz de profesionales que hayan implementado esta nueva herramienta tecnológica, ayuda a establecer las bases para potenciar su utilización.
La última sesión de la Education and Tech Week, organizada por la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX), ha reunido a dos directores que han iniciado un nuevo camino con la IAG en sus instituciones. Por un lado, el director de Siena Educación y del periódico MAGISTERIO, José María de Moya. Por otro lado, Francisco Loro, el director de Highlands School Los Fresnos. En una charla cargada de anécdotas, ambos ponentes han expuesto su experiencia con la implementación de la inteligencia artificial generativa en su entorno laboral. El coordinador de Innovación Educativa de la Facultad de Educación de la UAX, Fernando Martínez, ha sido el encargado de dirigir el hilo de la presentación.
Nuevas técnicas de enseñanza
En las instituciones educativas, el dilema moral con el uso de la IAG es un tema a la orden del día. Aunque no se conocen con exactitud los límites que puede llegar a alcanzar, algunos centros están comenzando a utilizar la inteligencia artificial como herramienta de trabajo.
Los dos directores comenzaron la ponencia hablando sobre el miedo. «A la IA hay que mirarla a los ojos. Es una criatura nuestra», declaró De Moya. Loro, por su parte, sentenció que el miedo es normal en «situaciones de incertidumbre». Ambos animaron a pasar la frontera, destacando las ventajas que ofrece este sistema. «Conforma nuestro conocimiento», añadió el director de Siena Educación.
No obstante, también advirtieron de que en edades tempranas hay que ser prudentes. Dependiendo de la etapa educativa de los estudiantes, los tipos de aprendizaje con la IAG son diferentes. «El colegio no es un espejo de la sociedad», determinó Jose María de Moya.
En el colegio de Francisco Loro, la pandemia trastocó su guía docente. Conforme fue avanzando la pandemia, Loro testificó que tuvieron que modificar su programa educativo en menos de dos días para poder continuar con las clases desde casa. Actualmente, Los Fresnos trabaja con un sistema híbrido, que combina el uso de pantallas con el método tradicional de enseñanza. «Tienen la obligación de leer media hora al día».
Los alumnos de bachillerato, en cambio, no pueden incorporar la misma metodología. Las pruebas de acceso a la universidad, posteriores al curso de segundo de bachillerato, no están dirigidas «al uso tecnológico», por lo que Loro ha reconocido que este sistema no se utiliza tanto en bachillerato.
Consecuencias en el mundo laboral
La IAG facilita las tareas diarias en entornos laborales que permitan su uso. La automatización en los contenidos y la inmediatez de este sistema reduce el tiempo para realizar otro tipo de funciones con «mayor valor». Así lo ha expuesto el director de MAGISTERIO. El medio, con una línea editorial educativa, ha comenzado a implementar protocolos para la generación de piezas periodísticas. «Descarga de muchas tareas que realmente no aportaban mucho valor».
Jose María Moya ha sostenido que es necesario un paso de aprendizaje previo para su «configuración», de tal manera que sea acorde al tono y al estilo del medio de comunicación, o de cualquier otra tarea que se esté elaborando.
Desde la institución educativa que dirige Lobo, la inteligencia artificial generativa ha acelerado el tiempo que dedican los docentes para evaluar al alumnado. A través de Excel, el colegio genera boletines de notas personalizados para los cursos de Infantil. Francisco Lobo desvelaba que han dedicado un año para diseñar las rúbricas en las cuales se basan los boletines.
Seguridad digital
Las familias juegan un papel clave en el uso de la inteligencia artificial generativa en colegios e institutos. Paco Lobo advierte de que la transformación cultural cuenta con «resistencias«, por lo que recomienda «negociar» y «escuchar» las necesidades.
También en el entorno laboral debe haber comunicación y participación por parte de la empresa, y crear entornos «seguros» y cerrados», según Moya. El director del periódico señala su entusiasmo por las utilidades de la IAG, pero manifiesta que el sector periodístico no es el mismo que el educativo. «La preocupación de las familias es real».
Conclusiones de la charla
Para concluir con la ponencia, Fernando Martínez invitó a los dos directores a acabar con una oración conclusiva de la sesión y de la Education and Tech Week.
José María Moya declaró que «la IA no comprende lo que dice«, mientras que Francisco Lobo añadió que «la IA analiza datos» pero el liderazgo tiene que estar presente para «servir y generar conocimiento y futuro».
Fuente: Magisnet