VACACIONES CON LOS ABUELOS
En estos tiempos, que normalmente padre y madre trabajan, los abuelos son un apoyo muy importante en la crianza de los niños, y más cuando están en período vacacional. En estas fechas los abuelos suelen ser un buen recurso para los padres, colaborando con ellos en el cuidado de los niños en los momentos que ellos se ausentan. Si todos viven en la misma ciudad, suelen estar con ellos sólo en los horarios laborales, pero si viven en otra localidad, la estancia suele ser todo el día y durante un período de tiempo largo.
Las vacaciones para los abuelos
Hacerse abuelo supone una gran alegría y en muchas ocasiones un despertar de vitalidad, ya que los nietos requieren mucha energía para seguirles su ritmo. Los nietos suelen ser una fuente de afectos que en ese momento son muy bien recibidos cuando los hijos se han alejado. Generalmente los cambios que por esta razón se producen en la vida de los abuelos son esperados y agradables. Los abuelos disfrutan mucho del cuidado de sus nietos, pero también se preocupan mucho cada vez que les sucede algo o se enferman, por eso a veces su cuidado les supone un cierto stres. Se preocupan por sus nietos y se inquietan por el malestar que pueden estar sufriendo sus hijos. Además suelen ser permisivos y ponen pocas normas, lo que hace necesario que los abuelos hagan saber sus condiciones educativas, para que eso no sea un elemento de fricción, sabiendo que en presencia de los padres son estos los que dan instrucciones y normas. Los abuelos deben ganarse la total confianza de sus hijos siendo coherentes con las normas, y haciéndolas cumplir de un modo positivo.
Las vacaciones para los nietos
Los nietos suelen recibir de sus abuelos un amor incomparable, en muchas ocasiones les ceden mucho tiempo y espacio, condiciones que a veces no han sido capaces de ofrecerles a sus hijos porque las obligaciones les envolvían y ahora lo hacen con mucha generosidad. Las abuelas en los primeros meses proporcionan su experiencia y ayudan de un modo incomparable con los primeros cuidados, para que madre e hijo se adapten a las nuevas rutinas. Suelen ser cuidadoras de referencia para los pequeños, estableciendo vínculos de apego importantes. Luego cuando comienzan a hablar y caminar, son los que van al parque, a la playa, hacen castillos, cuentan cuentos, juegan y preparan comidas y meriendas nutritivas con lo mejor. A medida que crecen los nietos, empiezan a encontrar en los abuelos a sus cómplices, ya que, a diferencia con los padres, sus exigencias son menores. Incluso las normas paternas no siempre se hacen cumplir en su casa y menos en períodos de vacaciones, cuando las rutinas son poco importantes. También intermedian en ciertos conflictos entre padres e hijos a beneficio de los segundos.
Las vacaciones para los padres
Normalmente los padres recurren a los abuelos cuando necesitan ayuda. Esta manera de entender esa colaboración es variada. Hay algunos que creen que los abuelos han de estar siempre y deben renunciar a sus planes para acomodarse a las necesidades de sus hijos. Otros quieren que los abuelos reproduzcan las condiciones educativas de sus casas durante los periodos vacacionales, y estas diferencias en ocasiones provocan conflictos entre generaciones. Incluso esto se puede complicar si encima hay percepciones extremas entre los padres de cada miembro de la pareja. Es en estas situaciones cuando se precisa entender que supone para un abuelo compartir vacaciones con sus nietos y para los nietos con los abuelos, y saber encuadrarse como padre y madre en esa relación. No valen los reproches, ni los enfados en presencia de los niños, estos necesitan encontrar una fuerte cohesión entre las generaciones, para ayudarles a desarrollar importantes habilidades sociales basadas en el respeto y la comprensión. Los abuelos deben entender las necesidades de los padres y los padres deben estar alerta en los espacios comunes para que los niños no pierdan rutinas, ni afectos. Recordemos que muchas experiencias infantiles positivas se han desarrollado al lado de los abuelos.
Dolores Armas Vázquez, Psicopedagoga
Colaboración dominical especial de la Asociación de Pedagogía de Galicia “APEGA” con Carriola de Marín