A España le cuesta formar a sus docentes jóvenes y desaprovecha la experiencia de los veteranos
La última edición de TALIS, el Estudio internacional de la enseñanza y el aprendizaje de la OCDE, llevado a cabo en España entre febrero y marzo de 2024 con una muestra de profesorado y equipos directivos de 1.013 centros educativos, refleja que la mayoría de los docentes están muy contentos con su puesto de trabajo, con su centro educativo y con su profesión –95% en el caso de los profesores de Secundaria, por encima de la media de la OCDE y de la UE y 97% en el caso de los maestros de Primaria, el porcentaje más alto de los 50 países participantes–.
En este apartado España muestra valores estables y de los más altos de los países participantes en TALIS, con una mayoría de docentes que le ven más ventajas que desventajas a su profesión, que la volverían a elegir sin dudarlo y que se sienten motivados para ir cada mañana a su centro educativo.
En el otro lado de la moneda, el estrés ha subido seis puntos desde 2018, y crece la intención de abandonar la profesión entre quienes sienten sobrecarga, falta de apoyo y escasa autonomía.
En cuanto a la disciplina, TALIS viene a reiterar lo que ya nos dijo PISA 2022: el trabajo en las aulas se ha vuelto más complejo y emocionalmente exigente. Un 38% de los estudiantes españoles reconoce que en clase “los alumnos no escuchan”, y un 33% se distrae con el móvil. El clima escolar no mejora, y los docentes lo pagan.
El de la disciplina es uno de los microdesafíos para España según el padre de PISA, Andreas Schleicher. Los estudiantes se han vuelto más difíciles de controlar y surgen nuevos problemas de convivencia. Frente a esta situación, el experto recomienda involucrar a los estudiantes para que hagan cosas en lugar de solo escuchar y cumplir instrucciones (son estudiantes, no robots). Además, a mayor experiencia del docente más facilidad para mantener la disciplina, por lo que a su juicio tendría sentido que los docentes con más experiencia se encargaran de las clases más complicadas, y que los mejores directores estuvieran en los centros más difíciles, justo lo contrario de lo que suele suceder. Aquí se aprecia un punto de mejora para nuestro país, porque los docentes con mayor confianza como docentes imponen más respeto a los estudiantes.
Asociada a los problemas de disciplina en el aula llega la pérdida de tiempo de instrucción: El porcentaje de docentes que declaran perder mucho tiempo en clase debido a interrupciones (29% en Secundaria, 26% en Primaria) se sitúa claramente por encima del promedio de la OCDE (18%) y UE (19%).
¿Prepara la formación inicial para los desafíos del siglo XXI? Solo el 57% del profesorado de Secundaria y el 62% de Primaria en España considera adecuada su formación inicial (OCDE: 77%; UE: 71%). Este es uno de los apartados donde España queda más rezagada, demostrando su déficit estructural tanto en formación inicial como en apoyo a noveles, autonomía curricular y atención a la diversidad, que se evidencia en una gran brecha con los países líderes en mentoría. Otro de los retos para España es hacer frente al declive de la preparación inicial de sus docentes, con más énfasis en los componentes más prácticos, sobre todo en Secundaria, incorporando práctica supervisada y observación entre iguales, y que la formación permanente no se centre en aspectos tan tradicionales, sino en otros emergentes, como el uso de la IA, las capacidades socioemocionales o la atención a la diversidad.
En España, aproximadamente la mitad del profesorado participó en inducción, más informal que formal, y por debajo de la media de la OCDE.
En cuanto a la mentoría, trabajan en centros con programas de mentoría el 59% de docentes en Secundaria y el 56% en Primaria, también por debajo de la media de la OCDE y muy lejos del 80% de los países líderes. De los docentes noveles, accedieron a programas de mentoría el 15% en Secundaria y el 9% en Primaria, muy por debajo de la OCDE/UE (26%/ 25%), y solo el 7% y el 4%, respectivamente, cuenta con un mentor asignado que le acompañe en los primeros años de carrera, frente al 9% de la OCDE. Incorporar esta figura mejoraría la calidad de la formación inicial y serviría para integrar esa experiencia de los veteranos. Sin embargo, solo un 9% de los docentes españoles son mentores, frente al 11% de la OCDE.
Consciente de la necesidad de mejorar la formación inicial, la Conferencia de Decanos y Decanas de Educación está ultimando un libro blanco que se presentará a final de mes sobre las áreas en las que es más urgente la mejora, como actualización de los contenidos, temarios de oposiciones, acceso a la función pública docente, máster de Secundaria, etc. Así lo anunció el secretario de Estado de Educación, Abelardo de la Rosa.
Aunque España no está entre los países con los niveles de estrés más alto entre su profesorado, este crece, de hecho crece más que en el promedio de la OCDE desde la anterior edición de TALIS. Un 16% de los docentes en España asegura que experimenta mucho estrés en su trabajo y un 20% dice sentirse estresado. El porcentaje de docentes muy estresados es mayor entre los docentes de Secundaria en Andalucía o Canarias (19%) y menor en Cantabria (11% en Primaria y 12% en Secundaria).
Los niveles de estrés se disparan en los contextos con más alumnos con necesidades educativas especiales o barreras lingüísticas, lo que indica que se está produciendo una sobrecarga en atención a la diversidad. Además, el profesorado de Secundaria en España se percibe menos preparado que el promedio internacional para abordar la inclusión del alumnado con necesidades educativas especiales. Todo esto ha llevado al director del área educativa de la OCDE, Andreas Schleicher, a aseverar que el apoyo a los docentes en los centros de especial dificultad debería ser una de las prioridades de política educativa en nuestro país. En los centros donde más del 30 % del alumnado tiene necesidades educativas especiales, la probabilidad de estrés intenso sube 8,6 puntos porcentuales.
¿Qué es lo que más estresa a los docentes en España, aparte de la atención a la diversidad? Entre las principales fuentes de estrés se encuentra la burocracia o la carga administrativa, una carga que ha aumentado entre 2018 y 2024, pero que es inferior a la media. Desde TALIS 2018 el tiempo que se le dedica a las tareas administrativas ha aumentado en casi una hora, pero, con todo, tan solo el 5% de la jornada se dedica a estas tareas. Sin embargo, la burocracia es una causa importante del estrés docente. Más de un 60% de los docentes con más de 10 años de experiencia reconoce que el exceso de tareas administrativas les genera estrés. El 64% de los docentes de Secundaria y el 60% de los maestros de Primaria en España se quejan de un exceso de trabajo administrativo, principal fuente de estrés en nuestro país junto con los problemas de disciplina.
Las fuentes de estrés varían por etapas educativas y años de experiencia. Si la burocracia es, junto con los problemas de disciplina, la mayor fuente de estrés en Secundaria, aunque también estresa la corrección y calificación de trabajos (54% en Secundaria frente a 35% en Primaria), en Primaria puede resultar más estresante la relación con las familias. Con menos años de experiencia estresa más la preparación de las clases (al 45% de los docentes les estresa hasta los cinco años de experiencia, porcentaje que se reduce al 37% con los que tienen más de 10).
España muestra niveles altos de autonomía en la elección de materiales y métodos (96%), pero bajos en la definición de objetivos de aprendizaje (61%, frente al 71% de la OCDE).
Solo uno de cada cuatro docentes participa en el diseño curricular, muy por debajo del promedio internacional. Solo el 25% de los docentes de Secundaria y el 35% de Primaria participa en la definición del currículo, frente a un 47% en la OCDE. Los docentes sienten que se confía en ellos para ejecutar, pero no para decidir.
Los docentes españoles tienen una autonomía similar a la media, pero un menor espacio para tomar decisiones de política educativa. Les gustaría participar más en la toma de decisiones, sentirse más involucrados, sentir que cuentan con una mayor capacidad de influencia. En España, esta sensación de escasa autonomía profesional viene de la mano de limitada cultura de colaboración, con poca observación entre iguales. Aunque se aprecia un ligero cambio desde TALIS 2018 la participación en investigaciones, los foros para compartir buenas prácticas es otro de los terrenos donde España tiene margen de mejora si quiere aprovechar la experiencia de sus docentes.
Entre las necesidades formativas la IA es la prioridad número 1 (el 30% ve la formación muy necesaria), seguida de las necesidades educativas especiales (27%). Con grandes diferencias entre comunidades autónomas, el 35% de los docentes españoles de Secundaria y el 28% de los de Primaria dicen usar la IA, pero valoran moderadamente sus beneficios, por debajo de la media de la OCDE. Los docentes españoles se muestran más escépticos y menos preparados que los docentes de otros países (especialmente los de Primaria).
LA OCDE defiende que, bien usada, la IA puede servir para desburocratizar, aumentar la adaptabilidad, la capacidad de diagnóstico (descubrir dónde se atascan los estudiantes y dónde tienen más posibilidades de mejora) o mejorar el feedback.
La docencia se considera una profesión atractiva por su salario o su seguridad laboral, pero nuevamente el problema está en atraer el talento donde más se necesita, en lugar de destinar a los profesores recién salidos de la universidad a las clases más complejas.
El 19% de los docentes de Secundaria en España quiere dejar la profesión, por debajo del 27% de la OCDE y del 24% de la UE. El informe TALIS constata que la ilusión con la profesión se mantiene inquebrantable en nuestro país antes de los 30, cuando solo un 4% en Secundaria y un 1% en Primaria piensan en abandonar, muy por debajo del promedio de la OCDE (20%) y de la UE (15%).
La intención de abandono sube con la edad, cuando se reduce el estrés pero también la ilusión con la profesión. En docentes mayores, la intención de abandono alcanza el 44 % en Secundaria y el 49 % en Primaria. Además, la mitad de los docentes con contratos temporales o condiciones insatisfactorias considera “muy probable” abandonar la profesión en los próximos cinco años. En España más mujeres que hombres piensan en dejar la profesión, con el estrés y el bajo disfrute como predictores. Entre los factores de abandono se encuentran también las dificultades para mantener la disciplina: Según PISA 2022, el 38% del alumnado en España dice que los estudiantes no escuchan al docente, 33% se distrae con dispositivos y 26% se distrae por otros.
Para Andreas Schleicher la mejora de la profesión docente no se trata de un problema de recursos, pues muchos de los problemas han sido resueltos en otros países. Para él, España ocupa una buena posición en número de docentes, ratio o recursos materiales, y el desafío es que se repartan mejor, que vayan donde más se necesitan, así como un cambio de mentalidad, de actitud, de los docentes, con una mayor adaptabilidad al cambio.
Entre las prácticas interesantes (y transferibles) de otros países destacan:
- Mentoría fuerte y sistemática: Japón (1 de cada 3 docentes con mentor), Australia y Nueva Zelanda (18%), y Países Bajos combinan programas formales + tutorización de noveles + formación específica para mentores.
- Formación práctica robusta: Países Bajos/Corea: altos porcentajes (70–80%) de valoración positiva en los componentes prácticos de la formación inicial, con más práctica real, observación y retroalimentación.
- Autonomía profesional amplia: sistemas que otorgan autonomía en objetivos (no solo en materiales y métodos) y espacios reales de codiseño curricular muestran un mayor compromiso docente. (España está por debajo: 61% vs 71-74%). Esta limitación erosiona la profesionalización y reduce la sensación de pertenencia. En los países con mayor voz en el currículo, como Finlandia o Países Bajos, la retención y la satisfacción a largo plazo son mayores.
- Apoyo en aulas diversas: codocencia, especialistas itinerantes y ratio ajustada en contextos con alta complejidad.
Fuente: Magisnet