Nutrición y bienestar: “No comemos lo que necesitamos, sino lo que nos venden”
En este nuevo episodio de Magisteri-ON, en colaboración con Emooti, Borja Beriain y Elena Casero, de MAGISTERIO, se reúnen con los expertos Hilario Blasco, psiquiatra especializado en infantojuvenil, y Abraham Guerrero, osteópata, para profundizar en un tema crucial, la relación entre nutrición y bienestar.
Blasco y Guerrero explican los factores que influyen en los hábitos alimenticios de los adolescentes y cómo estos hábitos afectan tanto su bienestar físico como emocional. La charla se centra en la importancia de una dieta equilibrada, los efectos negativos de los alimentos procesados, y cómo las redes sociales están contribuyendo a la idealización de cuerpos y estilos de vida poco saludables.
El impacto de la nutrición en la salud mental y física
Blasco y Guerrero subrayan que la nutrición no solo afecta a la salud física, sino también a la salud mental. “Una buena alimentación puede mejorar significativamente la calidad de la microbiota intestinal, lo que repercute directamente en el bienestar emocional y mental”, explica Blasco. Asimismo, la falta de una dieta equilibrada puede derivar en problemas como la ansiedad, la depresión y trastornos del comportamiento alimentario.
El acceso a alimentos ultraprocesados y la falta de tiempo para una planificación nutricional adecuada son factores claves en la alimentación de muchos jóvenes hoy en día. Como apunta Guerrero, “la industria alimentaria nos empuja hacia opciones rápidas y fáciles, pero no necesariamente saludables”.
El papel de las redes sociales y la presión social en los hábitos alimenticios
Un aspecto importante tratado en este episodio es el impacto de las redes sociales en la percepción que los jóvenes tienen sobre su cuerpo y su salud. Hilario Blasco comenta que las redes sociales han creado una presión por alcanzar un ideal de belleza que promueve la vigorexia, especialmente en adolescentes. Este fenómeno afecta principalmente a las mujeres, pero cada vez más hombres también se ven influenciados por estos estándares, lo que puede desencadenar trastornos como la anorexia nerviosa o el exceso de ejercicio.
Según estudios, el 70% de los adolescentes consume alimentos poco saludables de forma regular, y muchos de ellos descubren contenidos relacionados con dietas extremas y ejercicio de alto rendimiento a través de plataformas como TikTok o Instagram, lo que contribuye a la hipersexualización y la distorsión de la realidad.
Ante estos retos, tanto Blasco como Guerrero coinciden en que la clave está en la educación. «La comunicación y la educación afectivo-sexual son fundamentales», señala Blasco. Es esencial hablar abiertamente sobre nutrición, bienestar y autoestima con los adolescentes. Además, Guerrero resalta la importancia de involucrar a los jóvenes en el proceso de preparación de la comida, lo que les permitirá desarrollar una relación más sana con la alimentación.
Fuente: Magisnet