La evolución de la inversión educativa entre 2009 y 2018
La exigencia de una financiación suficiente de nuestro sistema educativo ha sido el elemento más recurrente entre las demandas y preocupaciones de la Federación de Enseñanza de CCOO (FECCOO), como demuestra que uno de sus primeros documentos, aprobado en 1978, fuese el de “Bases para una Alternativa a la Financiación de la Enseñanza”, que debería concretarse en una Ley de Financiación para garantizar su suficiencia. La inadecuada aplicación de los compromisos educativos de la LOGSE, por motivos económicos, nos llevó en 1994 a elaborar y presentar una Iniciativa Legislativa Popular por una Ley Marco Reguladora de la Financiación del sistema educativo, la primera en superar los requisitos constitucionales para su toma en consideración al ir avalada con 625.000 firmas reconocidas. La demanda de esa Ley de Financiación, junto a la petición de programas de compensación de las desigualdades territoriales para garantizar unas condiciones básicas similares en el acceso al derecho a la educación para toda la ciudadanía, independientemente de su territorio de residencia, sigue siendo una exigencia permanente de la FECCOO, la última vez en nuestras propuestas ante la LOMLOE. Es, pues, una insuficiencia crónica.