Estamos en plena Selectividad. En este momento hay un montón de adolescentes repasando sus apuntes, revisando lo subrayado en los libros de texto y pensando “ayer me lo sabía, ¿por qué ya no me acuerdo de nada?”. Muchos de ellos estarán sentados frente al examen de Historia, de Biología o de Literatura Universal intentando no bloquearse ni tener un lapsus en el momento clave de la EBAU.

Mientras tanto, en los institutos, el último ciclo de la ESO y los estudiantes de primero de bachillerato se preparan para los exámenes finales, con la mente puesta en las notas y (seguramente) en San Juan. ¿Existe una fórmula para estudiar mejor? ¿Hay algún truco para no quedarnos in albis frente al papel? Si lo hay, José Ramón García Guinarte (docente y especialista en Programación Neurolingüística e Hipnosis Clínica en el Instituto de Neurociencia y Alto rendimiento de Pontevedra) es quien realmente puede dirigirnos en la dirección correcta.

Para empezar, “por el principio”: la mente en blanco ¿qué es y por qué ocurre?

Realmente, la mente en blanco es un mecanismo de protección. Nuestro cerebro reacciona de una forma similar ante un examen que ante un tigre. Ambos son una amenaza. La mente en blanco está producida por el miedo. Imagina que entra un león. En el momento en que tú percibes el león, antes de procesar la imagen en el cerebro, antes casi de verlo, tu amígdala lo analiza, y tu cuerpo reacciona. Manda una señal de alarma a nuestro cuerpo, y este genera cortisol y adrenalina.

Entonces, ¿qué es realmente la mente en blanco en un examen? Pues ese proceso de segregación bioquímica que segrega corticosterona. Con niveles altos de corticosterona en el organismo, se produce una amnesia temporal que suele durar una hora. Eso es la mente en blanco.

Nos agobiamos tanto pensando en no quedarnos en blanco que es todavía más probable que nos pase.

Claro, ese es otro de los problemas. Por eso es fundamental entender todo lo que pasa dentro de nuestra mente. Nunca nos han explicado como funciona. Mi libro Sapidus es un manual de instrucciones que explica cómo funciona el cerebro, qué es lo que pasa ahí y cómo podemos controlar esas reacciones. Si yo te digo “No pienses en una manzana roja” ¿Sería posible que no lo hicieras? No. Porque la mente procesa la información en bloques. Da igual que digas “piensa en una manzana roja” que “no pienses en una manzana roja”.

La mente en blanco está producida por el miedo

Del mismo modo que da lo mismo que digas “No voy a suspender” o que digas “Voy a suspender”. ¿Qué hace tu cerebro? Procesar la palabra “suspender”. Cuanto más repitas “no me voy a poner nervioso” nuestro cerebro procesa “nervioso”. Por eso, el cerebro debería ser el contrario. Pensar “estoy tranquilo”. Cuando llega al examen, influirá muchísimo el tipo de pensamiento que tenga. Si su mente se centra en recuerdos positivos, momentos que ha llevado buenas notas… Pero si piensa en la posibilidad de suspender, su cerebro lo detectará como un peligro, segregará cortisol, y lo que conlleva.

No tiene sentido leer una página entera, tienes que dinamitarla, volarla por los aires y quedarte con los pilares, cuatro o cinco ideas muy básicas.

Eso a mayores de lo que pasará el mismo día del examen. Llegamos. Un grupo grande de los compañeros estará también muy nervioso. Y como en nuestro cerebro tenemos un gran grupo de neuronas llamadas neuronas espejo, que imitan las reacciones que detectan en el entorno, eso le generará aún más adrenalina y se pondrá aún más nervioso, elevando sus niveles de cortisol y provocando la mente en blanco. Es un proceso en espiral.

Entonces, ¿puede evitarse?

Imagina un ciervo que come hierba. Y aparece un león. La pregunta es: ¿hay alguna posibilidad de que ese ciervo siga comiendo una vez vea al león? Nunca. En cuanto sienta al león, lo identificará como peligro y automáticamente empezará a correr. Entonces pensé: sí, comer chicle rompería el proceso en espiral. Porque nuestro cerebro, su parte instintiva, funciona igual que la de ese ciervo. Entonces, si estás masticando ¿qué mensaje le estás mandando a tu cerebro? Tranquilo. No hay peligro. Estamos comiendo.

Mascar chicle reduce en un 16% el nivel de cortisol en saliva. Ya nunca tendrías la mente en blanco. Por lo que podríamos afirmar que mascar chicle evitaría (o reduciría) la mente en blanco en los exámenes.

Igual por eso siempre mordemos el lápiz cuando estamos pensando.

Claro. Es el hecho de masticar. Le estás diciendo a tu cerebro que se tranquilice. Y lo podemos extender a más cosas. La mayor parte de la gente, cuando tiene niveles moderados de ansiedad, le da por comer. ¿Por qué? Porque al masticar le dice a su cerebro: oye, tranquilo, no hay peligro. En los exámenes, antes de encontrarnos con la mente en blanco, pasamos por el proceso de estudiar la lección.

¿Cómo memoriza nuestra mente?

Es muy importante, explicar primero cómo olvidamos antes de cómo recordamos. Antes de sentarse a estudiar, hay que saber que olvidaremos más cosas en las primeras 24 horas después de estudiarlas que en los siguientes 30 días. Y eso gravísimo porque ¿de qué te vale estudiar, si dentro de 48 horas solo vas a recordar un 12%? Porque en torno a las primeras 24 horas perdemos y olvidamos un 50% y un 40% más en las siguientes 24. ¿Y eso cómo se evitaría? Planificando dos repasos en las primeras 24 horas. Uno a los diez minutos de acabar de estudiar y el siguiente al día siguiente. Dos repasos, muy breves. Solo analizando estructuras. De hecho, también es muy importante desde la perspectiva de los profesores, dar un repaso en el momento en el que termina la clase. Y si tiene el mismo grupo al día siguiente, antes de empezar la clase, deberían repasar cinco minutitos lo que han estudiado en la sesión anterior.

¿Y cómo recuerda?

Es mucho mejor recurrir a los sistemas de estudiar por conceptos, generar estructuras. Cinco conceptos de cada página, generando una historia con ellos (la técnica de la cadena, una técnica simple que permite enlazar los conceptos de una forma simple), e ir ordenando una información por capas. No tiene sentido leer una página entera, tienes que dinamitarla, volarla por los aires y quedarte con los pilares, cuatro o cinco ideas muy básicas.

Mascar chicle reduce en un 16% el nivel de cortisol en saliva. Ya nunca tendrías la mente en blanco.

Y a partir de ahí vas generando la estructura sobre la que organizamos y memorizamos la información. Solo seleccionar cuatro conceptos, cuatro pilares de cada página, y reconstruirla enteramente a partir de ahí. Ese es un sistema de los más eficaces. La mayor parte de la gente, cuando se pone a estudiar, le dice a su mente que lea. Y la mente lee. Pero no le dicen que memorice. ¿Cuándo lo hacen? El día antes del examen. Por eso la mayor parte de los alumnos dicen “es que el día antes me quedan mejor las cosas”. Claro, porque justo el día antes le has dicho a tu cerebro que memorice. Porque hasta ese momento no se lo habías dicho. Porque nadie te lo ha explicado.

Fuente: Faro de Vigo