REGALOS DE NAVIDAD PARA NUESTROS NIÑOS HASTA LOS DIEZ AÑOS
De nuevo llega la Navidad y con ella esas múltiples dudas que nos surgen en esta época de gran consumo, en la que debemos hacer regalos a nuestros seres queridos, entre ellos a nuestros hijos y a otros niños de la familia.
La carta a Papá Nöel o a los Reyes
A partir de los 2 ó 3 años hasta los 10-12 años los niños ya pueden escribir una carta de Navidad. En ella van enumerando los regalos y deseos que tienen y que sueñan se hagan realidad. Hay niños, los menos, que se ajustan de un modo razonable tanto al número como a lo qué piden, pero en general se ven muy influenciados por la publicidad, los catálogos de juguetes o las modas del momento. Por este motivo debemos estar a su lado en el momento de escribirla para ayudarles a moderarse y a ajustar sus ambiciones a su edad, a sus gustos, al presupuesto familiar y a los valores propios de la familia. En el caso de que la carta esté llena de juguetes de la campaña publicitaria navideña, es propicio explicarle todo lo que sea capaz de entender a cerca de los anuncios y mensajes publicitarios. También se debe acudir con el niño a una juguetería o grandes almacenes para que vea las diferencias y similitudes entre lo que observa en la TV y lo que es en realidad. De este modo se evitarán muchos desengaños, que el regalo no atienda a las expectativas, que sea sólo el deseo que despertó la fantasía televisiva y que, una vez desempaquetado, se convierta en algo inservible.
Consideremos también el número de regalos que piden. El exceso de regalos los devalúa, pongámosles un límite, hagamos que tomen decisiones difíciles en cuanto a la elección de “que dejo y que quito”, y por último recomendemos que la carta finalice con un “… y lo que tú quieras”, pues nos facilitará el añadir algún regalo que nosotros consideramos es de su interés.
¿Cómo ayudarles a elegir juguetes y regalos?
Sin duda los regalos deben responder a los deseos y gustos personales del niño, pero también deben tener cierta utilidad “educativa”. Unos pueden despertar su curiosidad, otros desafiar su mente o estimular su creatividad, también pueden impulsar la actividad física u orientar hacia alguna afición.
No deben ser monotemáticos. En algunas edades, y debido a las series televisivas o películas, se explotan comercialmente a ciertos personajes (Bob Esponja, Cars, Hellow Kity, Monster High, ….) y los niños dirigen su atención exclusivamente hacia su preferido. Después, todos los regalos que recibe están relacionados con el mismo, lo que produce cierta pobreza creativa e intelectual.
Miremos bien las edades para las que están diseñados los juguetes, observemos detenidamente los detalles y usos y valoremos si nuestro hijo jugará y disfrutará con él. Los fabricantes, normalmente, indican unas franjas de edad amplias para captar más consumidores, por lo que este no puede ser el único criterio que utilicemos a la hora de elegir (al rango inferior de edad debemos sumarle uno o dos años). Sucede, en ocasiones, que regalamos juguetes que no son adaptados ni a la edad del niño ni a sus características, y pasa directamente a la estantería de juguetes sin uso. Sin embargo, de haber esperado un par de años, lo cogería con mucho gusto, pues estaría más adaptado a sus condiciones físicas e intelectuales. Lo mismo debemos tener presente al comprar videojuegos.
Los regalos de la familia
Todos los miembros de la familia, padres, abuelos, tíos, … queremos ver a nuestros niños alegres, que vivan una Navidad inolvidable llena de emociones. Ese deseo lo volcamos en gran medida a través de los regalos, por lo que un niño puede llegar a reunir un número muy alto de obsequios y sentirse desconcertado ante tanto paquete, sobre todo en las primeras edades. Lo deseable es que aprenda que los regalos son muestras de amor, que son valiosos y debemos cuidarlos. Lleguemos, por tanto entre todos a acuerdos sobre lo más conveniente, tanto en cuanto al regalo, como al momento de dárselo (Papá Nöel o Reyes Magos); y olvidemos aquellos valores personales que no benefician al niño.
Dolores Armas Vázquez
Psicóloga